Profesión y/o
actividades:
Enrique Guerrero es estudiante de Filosofía en la
Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).
Ha participado en la
organización de foros de Derechos Humanos; organizó el club de ajedrez en
su facultad académica y ha apoyado la
formación de jugadores de todas las
edades. Ha sido jugador profesional de ajedrez con un rating de 1834 ante la
Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) – World Chess Federation. Su
principal actividad profesional es dar clases de ajedrez. Así mismo, siempre ha
estado comprometido con la labor social y como ejemplos: impartió clases de
alfabetización, matemáticas, español y filosofía en el INEA y en lugares marginados de nuestro país. Es miembro del colectivo Liquidámbar, dedicado a ver por
los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA); y miembro
del Taller Universitario Carlos Montemayor en la FFyL.
·
Relato breve de
hechos:
La noche del viernes 17 de mayo de 2013, Enrique Guerrero
Aviña fue embestido en su automóvil por gente armada a bordo de camionetas
blancas sin ningún membrete oficial, con sujetos vestidos de civil y armados;
le dispararon en diversas ocasiones, incluso cuando Enrique se bajó de su
automóvil para pedir ayuda. Después de ser perseguido, estuvo desaparecido por
más de treinta horas antes de ser
presentado ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO), periodo en el que fue torturado
sistemáticamente.
El domingo 19 de
mayo Enrique es presentado ante las oficinas de la SEIDO. El
22 de mayo la autoridad ministerial federal ejercita acción penal por el delito
de Delincuencia Organizada y solicita orden de aprehensión por el delito de
Secuestro consignándolo, junto con otras nueve personas, en el penal de máxima
seguridad: Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No 2 localizado en
Puente Grande, Jalisco, México.
El 28 de mayo se le dictó auto de formal prisión por
el delito de Delincuencia Organizada y el 18 de junio por el delito de
Secuestro. Desde mayo de 2013 hasta el día de hoy se encuentra recluido.
Cabe precisar que después de diversas negligencias
administrativas, los familiares de Enrique lograron verlo hasta el día 21 de
mayo; en ese momento constatan que se encontraba muy golpeado. El dictamen
médico hace referencia, de manera parcial, a los golpes a los que fue objeto
Guerrero Aviña.
D E T E N C I Ó
N
·
Fecha de
detención:
17 de mayo de 2013
·
Lugar en que se
efectuó la detención: Eje 8 y Churubusco en la ciudad de
México.
·
Autoridad que ordenó la detención:
La detención a Enrique
Guerrero se realizó sin orden de aprehensión en su contra.
Destaca que al momento de dar a
conocer la detención (a través de una conferencia de prensa), representantes de
la Secretaría de Gobernación, de la PGR, de la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena), de la Secretaría de Marina y de la Comisión Nacional de
Seguridad (CNS) presentaron un comunicado oficial que explica la detención como
el resultado de la investigación realizada por funcionarios públicos de la
Policía Federal dependiente de la CNS en estrecha coordinación con la PGR.
Revisando las
actuaciones, se puede ver que para justificar la detención ilegal y arbitraria
los agentes se justifican en una orden de localización y presentación a los
portadores de unos números telefónicos. De los cuales, el que le adjudican a
Enrique Guerrero no está en resguardo además de que no aparece en la cadena de
custodia. Enrique Guerrero no reconoce ni es portador de dicho número. Esta orden de localización y presentación
nunca fue mostrada a Enrique Guerrero.
·
Duración de la detención:
Desde el 17 de mayo de
2013 hasta la fecha.
·
Exponer las razones por las cuales considera
que los hechos descritos son violatorias de Derechos Humanos:
Respecto
a la tipificación del delito de la tortura, el Relator observa que la Ley
Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura no refleja completamente la
definición de este delito en la Convención de Naciones Unidas contra la
tortura, particularmente en lo que refiere a los actos cometidos por terceros a
instigación o con el consentimiento o aquiescencia de un funcionario público y
a la motivación de toda forma de discriminación. Asimismo, la Ley Federal
requiere para sancionar el delito demostrar la intención respecto del propósito con
el que se comete la tortura, lo que es contrario a la definición internacional[2]
·
Pormenores del arresto y/o la detención
Testimonio
de Enrique Guerrero:
Circulaba
[en] dirección al Estadio Azteca y me rebasa por
la derecha una camioneta blanca chica y me cierra el paso. Veo
descender a un sujeto de civil con gorra y una pistola en la mano, entonces
comienzo a escuchar disparos y maniobro hacia mi izquierda para esquivar las
balas pero alcanzo a chocar con la parte derecha del carro que yo conducía.
[... posteriormente] me percato que son
dos camionetas las que me siguen y no llevan ningún rótulo oficial, ninguna
persona se identifica y yo en todo momento creo que se trata de un asalto.
Me
incorporo a Calzada de Tlalpan dirección norte seguido por ambas camionetas [...].Ya
sobre el Eje 8 [...] me alcanza una
camioneta blanca grande, [...] esa
camioneta se me cierra, de ella descienden varios sujetos y sin mediar palabra
comienzan a disparar de nuevo, uno de ellos utiliza un arma larga para
dispararme una ráfaga, en ese momento el vehículo se apaga, abro la puerta y
comienzo a correr. Varios de ellos me persiguen mientras me siguen disparando,
me cubro corriendo tras unos arbustos y árboles que había en la banqueta del
lado izquierdo, al percatarme de que hay una torreta del lado derecho justo en
la esquina del Eje 8 y Churubusco me dirijo en diagonal hacia ella para
refugiarme con la autoridad, creyendo que estaría a salvo.
Al
llegar hasta la torreta me doy cuenta que es una grúa del gobierno del Distrito
Federal donde viajan dos sujetos a los cuales solicito ayuda para que llamen a
una patrulla, les comento que me vienen persiguiendo hombres armados.
Al
llegar los sujetos que me persiguen quieren subirme rápido a la segunda
camioneta, la más grande, yo les pido que se identifiquen pero ellos sólo me
jalonean y golpean para subirme a su camioneta [...].
Les preguntó por qué me detienen y les pido me muestren la orden de aprehensión
por la que me están deteniendo o que me digan el delito que estoy cometiendo,
pero ellos sólo responden con golpes, jalones e insultos, tratando de subirme a
su camioneta, uno de ellos comienza a estrangularme por la espalda razón por la
cual me caigo al piso. Yo sigo insistiendo en que me digan por qué razón me
detienen pero ellos no contestan, sólo siguen insultándome, jalándome y ahora
pisando para que me suba a su camioneta, yo les digo que me voy con ellos si se
identifican y me muestran la orden por la cual me están deteniendo.
Mientras
estoy en el suelo pasa un señor que les pregunta por qué me tienen así, uno de
los sujetos que me detuvo lo aleja para que no mire. Por fin comienzan a llegar
las patrullas del Distrito Federal, me suben a una de ellas mientras todos
ellos platican, ahí tomo mi celular y marco a mi madre, le digo que me quieren
detener aparentemente policías federales y que estoy en la esquina del Eje 8 y
Churubusco, posteriormente le mando dos mensajes de texto con la misma
información. Los policías del D.F. me preguntan en dos ocasione mi nombre y lo
anotan en una libreta.
Después
me dicen que me baje de la patrulla y que me vaya con los sujetos que me
detuvieron, yo insisto que me digan por qué o me enseñen una orden judicial,
pero la respuesta de los sujetos que me detuvieron son golpes y empujones hasta
subirme a la camioneta blanca grande que me persiguió. Cabe señalar que ninguna de las dos camionetas que
me persiguieron tenía algo que las identificara, no poseían ningún rótulo, eran
blancas, la más grande era completamente cerrada tipo “express” y la chica era
como esas que reparten productos Marinela o Sabritas, algunas la fabrica la
marca Renault.
·
Derechos violados
Derecho de acceso a la
justicia, Derecho al debido proceso, Derecho a la comunicación, Derecho a la
libertad y a la seguridad personales, Derecho a la salud, Derecho a la
integridad personal, Derecho al principio de presunción de inocencia.
·
Estuvo incomunicado
Incomunicación por 30
horas aproximadamente en las que permaneció como desaparecido, no le
permitieron comunicarse con su familia
quien presentó una queja ante Locatel. Además a Enrique tampoco se le permitió
la comunicación con un abogado de su confianza para efecto de conocer el motivo
de la detención. Se comunicó hasta el domingo 19 de mayo informando a su familia que se
encontraban en las instalaciones de la SEIDO. A pesar de la llamada de Enrique
las autoridades negaron que estuviera en
sus instalaciones.
En el tema de la detención; las arbitrariedades
cometidas contra Enrique Guerrero Aviña son coincidentes con las registradas
en, por lo menos, los puntos 23, 25, 26, 29, 42, 47 y 54 del Informe del Relator Especial sobre la tortura
y otros tratos o penas, crueles, inhumanos o degradantes, sobre su misión a
México (21 de abril a 2 de mayo de 2014)[3].
T O R T U R A
·
Descripción de los agravios durante la detención e
incomunicación, Métodos de TORTURA:
Durante
la detención de Enrique Guerrero, recibió disparos con arma de fuego mientras
conducía su automóvil en las inmediaciones del Estadio Azteca en la ciudad de
México. Una vez detenido lo sometieron físicamente mediante llaves;
posteriormente:
Testimonio de Enrique Guerrero:
Una
vez dentro de la camioneta grande me esposaron con las manos atrás, me pusieron
boca abajo y se sentaron dos sujetos encima de mí, mientras me iban amenazando,
por lo que comentaron entre ellos llegó un momento en que tomaron el Eje
Central Lázaro Cárdenas, ignoro si decían la verdad pero en un momento pude
voltear y ver por el parabrisas unos edificios que me parecieron los de
Tlatelolco, cerca de ahí llegamos a un lugar donde escuché les abrieron una
puerta y entramos con todo y camioneta.
Ahí
me vendaron los ojos y comenzaron a golpearme con la mano abierta en la cabeza,
con el puño cerrado en la nuca, con las rodillas en las costillas y con algo
duro que se sentía como un casco o rodillera, empezaron a amenazarme diciendo
que si no colaboraba me iba a “llevar la chingada” que si quería vivir iba a
tener que decirles lo que querían saber, me preguntaban: “¿Qué familia tienes
en Oaxaca?” a lo que yo contestaba que ninguna, no convencidos seguían
pegándome, de pronto comenzaron a torcerme el dedo pulgar de la mano izquierda,
lo hicieron tantas veces que creo que lo dislocaron y acomodaron ellos mismos,
hasta la fecha lo reciento. Como no tengo familia en Oaxaca insisten en que era
la verdad, entonces comenzaron a preguntarme: “¿Quién conoces en Oaxaca?” yo
les respondía que jugadores de ajedrez y ellos siguieron amenazándome, de
pronto me dijeron: “vas a hablar o te vamos a matar” en ese momento escuche
como cortaron cartucho muy cerca de mi cabeza y me apuntaron con un arma en la
frente, pude ver el arma porque la venda se había movido con los golpes,
repetían las amenazas y la pregunta sobre qué personas de Oaxaca conocía, y yo
les insistía que se trata de jugadores de ajedrez porque soy maestro de
ajedrez. Escuché una voz que dijo “no le dispares, si no coopera que se chingue
más el hijo de la chingada”, entonces quitaron el arma de mi frente.
Posteriormente empezaron a asfixiarme con una bolsa, alguien me sostenía el
cuerpo, otro los pies y otro me ponía la bolsa en la cabeza, la quitaban y la
volvían a poner, una y otra vez mientras me insultaban, amenazaban y me decían
que les dijera a qué me dedicaba, decían que lo sabían todo, por momento me
dejaban descansar y yo les insitía en que soy estudiante de Filosofía en la
UNAM y maestro de ajedrez, a ratos volvía con la bolsa a asfixiarme, en
ocasiones no podía ni hablar, varias veces sentí que se me nublaba la vista,
creo que no me desmayé, pero no estoy seguro, así estuvieron asfixiándome,
insultándome, amenazando incluso con ir a levantar a mi familia, y haciendo
preguntas de las que ignoro las respuestas.
Dejaron de hacerlo y se callaron, me quedé ahí tirado un rato,
posteriormente me empezó a hablar alguien que me dijo: “mira te están tratando
bien, ya diles lo que quieren oír, porque va a llegar el jefe y se va a poner
peor” y cosas así, también me preguntó “¿quién es Capablanca?” a lo que yo le
respondí que había sido campeón mundial de ajedrez. Luego volvieron a sentarme
y reanudar las amenazas, los escuché cortar cartucho y otra vez me apuntaron
directamente en la frente, volvieron a preguntarme sobre quiénes conocía yo en
Oaxaca, a qué me dedicaba, insistía en que les diera nombres. Dejaron de
apuntarme y volvieron con la bolsa a asfixiarme, otra vez estuvieron un rato
asfixiándome, insultándome, amenazando y haciendo preguntas de las que ignoro
la respuesta. Dejaron de hacerlo y me quedé otro rato ahí tirado, después llegó
un sujeto que me amenazó con violarme si no les decía lo que querían y yo les
insistí en que no sabía nada que les interesara, me quitó los zapatos y me
escupió en la cara, me dio un golpe en la mejilla y alguien más le dijo “en la
cara no”, me volvieron a poner los zapatos y me quedé ahí tirado. Después me
levantaron y me subieron a otro vehículo, me llevaban esposado y con los ojos
vendados pero cuando salimos de aquel lugar pude percibir que ya era de día, la
luz se filtraba por la venda, me insultaban y daban algún golpe durante el
trayecto, cuando volvieron a estacionar el vehículo escuchaba el ruido de
aviones y los escuchaba platicar sobre si ya habían llegado los demás o todavía
no, uno de los que estaba ahí se puso a platicar conmigo a preguntarme que
hacía, a qué me dedicaba, etc., fue entonces que le pregunté de qué me acusaban
o por qué me detenían y me dijo que de secuestro.
Pasado un rato subieron más gente al vehículo, y volvieron a arrancar, nos
trasladamos en ese vehículo y al llegar a nuestro destino (que hoy sé son las
instalaciones de SEIDO) me quitaron la venda de los ojos y me bajaron, entonces
pude ver la gente que subieron en donde se escuchaban los aviones.
[...]
Todo el tiempo que estuve en SEIDO me tuvieron esposado de pies y manos,
me mantuvieron de pie y sin tomar agua ni alimento alguno por más de 24 horas,
todo el tiempo haciéndome preguntas, amenazándome, insultándome, en un momento
me llamó un Ministerio Público de SEIDO [...] y me
dijo: “si no señalas al líder de la banda tú y tu familia no se la van a
acabar”, yo les insistí en que no pertenezco a ninguna banda y por lo tanto no
sé de lo que él me hablaba; después me dijo: “mira de aquí te vas a ir a un
penal, si no colaboras te vas a ir sin nuestra recomendación y te va a ir muy
mal, así que tú decides, sólo quiero que señales a uno. Pero yo le insistí que
no sabía nada.
Me dijeron que no podía hacer ninguna llamada hasta que no declarara,
durante mi declaración del domingo 19 de mayo no estuvo ningún abogado
defensor, llegó hasta el final sólo para firmarla. El domingo 19 de mayo
volvieron a llevarme con un Ministerio Público y otro sujeto de SEIDO que se la
pasó gritándome y amenazándome para que aceptara haber participado en un
secuestro querían tomarme otra declaración (tampoco había abogado defensor), yo
insistí en la verdad de mi inocencia y en que no tenía nada que declarar.
Durante el tiempo que estuve en SEIDO un sujeto que me interrogó me dijo “dame
nombres de gente que ande en la grilla” insistía y me preguntó: “¿Quiénes se
mueven en la universidad?” refiriéndose a cuestiones políticas, me preguntó: “¿Qué
cabrones se oponen a las reformas?”, estuvo un rato insistiendo y amenazándome,
y yo insistiéndole en que no sabía de lo que hablaba. El médico que me revisó
en SEIDO se negó a anotar muchas de las lesiones que traía.
·
Secuelas de la tortura:
Ø Enrique Guerrero Aviña presenta excoriación lineal de dos
centímetros localizada en cara lateral derecha de tórax; excoriación lineal de
punto cinco centímetros localizada en región de epigastrio a diez centímetros
que abarca desde la cara palmar del dedo pulgar de la mano izquierda hasta la
región tenar acompañada de aumento de volumen; excoriación de dos punto cinco
centímetros de longitud y punto cinco centímetros de diámetro localizada en
codo derecho.
Ø Enrique Guerrero aún presenta secuelas por la tortura por
una lesión traumática en el cuello, y estrés. Como Enrique lo dice “Resisto la tortura, porque la tortura no
terminó aquellos días, vuelve y embiste de nuevo en la intimidad de la memoria[4]”
·
Omisiones en el Dictamen médico de la Coordinación General
de Servicios Periciales.
Enrique mencionó que no se agregó todas las lesiones que presentaba. También es relevante que si
de manera oficial se argumenta que Enrique se presentó voluntariamente, no se
explica cómo, cuándo y dónde se produjeron dichas lesiones “El médico que me revisó en SEIDO se negó a
anotar muchas de las lesiones que traía”.
·
Objetivos de la tortura
Querían que Enrique se culpara y
culpara a otros. Como Enrique lo describe: Durante el tiempo que estuve en
SEIDO un sujeto que me interrogó me dijo “dame nombres de gente que ande en la
grilla” insistía y me preguntó: “¿Quiénes se mueven en la universidad?”
refiriéndose a cuestiones políticas, me preguntó: “¿Qué cabrones se oponen a
las reformas?
En el tema de la tortura, las arbitrariedades
cometidas contra Enrique Guerrero Aviña son coincidentes con las registradas,
por lo menos, en los puntos 28, 35, 40, 45 y 55 del Informe del Relator Especial sobre la tortura
y otros tratos o penas, crueles, inhumanos o degradantes, sobre su misión a
México (21 de abril a 2 de mayo de 2014)[5].
[1]Carta de Enrique Guerrero desde el CEFERESON°2
[2] Cf. Conclusiones
Preliminares. Visita a México del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la
tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, Juan E. Méndez p. 2 Abril 21 – Mayo 2
2014.
[3]
http://hchr.org.mx/images/doc_pub/G1425291.pdf
[4] Relato
testimonial de los hechos
[5]
http://hchr.org.mx/images/doc_pub/G1425291.pdf
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